LOS ÁNGELES.- Las protestas en el centro de Los Ángeles continúan por quinto día consecutivo, en respuesta al despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el expresidente Donald Trump, quien también ha intensificado su retórica contra los manifestantes. Las movilizaciones comenzaron tras una serie de redadas migratorias, y se han centrado en la denuncia de un uso excesivo de la fuerza y medidas que consideran discriminatorias.
Manifestantes bloquearon accesos a edificios gubernamentales y vialidades importantes. Las autoridades locales respondieron con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para dispersar a la multitud. A pesar de que la mayoría de las manifestaciones han sido pacíficas, se han reportado actos aislados de vandalismo y más de 100 detenciones.
Trump justificó el despliegue de hasta 4,000 elementos de la Guardia Nacional y 700 marines —con un costo estimado de 134 millones de dólares— como una medida para “restaurar el orden”. Además, acusó a los manifestantes de intentar “invadir y conquistar una ciudad estadounidense” bajo banderas extranjeras.
Por su parte, autoridades como el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass han rechazado la militarización de la respuesta, calificándola de innecesaria y provocadora.
Las protestas reflejan un creciente descontento ante políticas migratorias agresivas y el uso de fuerza militar en contextos civiles, lo que ha encendido el debate nacional en plena contienda electoral.