MADRID.- El clan de los Yunes sigue de gira por Madrid, dándose la gran vida. Mientras en México se libra una batalla por el futuro del Poder Judicial, padre e hijo han optado este martes por una trinchera más relajada: las tiendas de lujo en el corazón del exclusivo distrito de Salamanca, en la capital española. Ayer fueron captados brindando relajados con amigos en un bar de moda y hoy -siempre habrá una cámara- comprando en la boutique Loewe de Salamanca, barrio pudiente de Madrid.
Expulsados del PAN por traicionar sus principios y votar a favor de la reforma judicial de Morena, ahora deambulan como millonarios sin patria ni partido, pero eso sí, con tarjeta black sin límite de crédito. Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador de Veracruz y Miguel Ángel Yunes Márquez, senador por el mismo estado, intentaron colarse en Morena, pero hasta ahí les cerraron la puerta tras haber exprimido su voto. No sirvieron para nada más. Hoy, estos parias políticos visten de diseñador para ocultar el hedor del descrédito. Exhiben sin pudor su impunidad, como quien presume una herida abierta: son el retrato perfecto de la mala política mexicana que, entre acuerdos oscuros y pactos de silencio, les otorgó libertad a cambio de traición. Y vaya que ambos debían muchas.
Los Yunes verán la reforma judicial desde Europa, copa en mano, quizás brindando por la justicia… la suya. Porque en México ya no caben. Y tienen ahora que darse la gran vida lejos, para anestesiar el rechazo de sus paisanos. Que no los confundan en Madrid: ellos no son turistas. Son prófugos del decoro, paseando por el Viejo Mundo como si la memoria -y el repudio- de los veracruzanos no los persiguiera.